Una reciente sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Castilla-La Mancha del pasado 3 de octubre de 2019 ha dado la razón a un trabajador y ha resuelto que trabajaba más horas de las contratadas basándose en exclusiva en la prueba testifical, al establecer que la única vía que tiene el empleado para probar el abuso de la empresa es el testimonio de terceros y, por ello, su sola aportación basta para invertir la carga de la prueba contra la empresa.
En el caso, se resuelve el recurso de la empresa contra la sentencia del juzgado, que había estimado la petición de un pastor de una finca privada que alegaba dedicar a sus ovejas diariamente más horas de las contratadas, y que la empresa se negaba a reconocerlas y a remunerarlas.
Vistos los hechos y escuchado el testimonio de los testigos aportados por el trabajador, que aseguraban el pastor empezaba su labor todos los días a las 6 y terminaba a las 22, incluso los sábados, el Tribunal ha concluido que el testimonio de terceros es la única manera que tiene el empleado para probar que realizaba un horario más extenso del materializado en el contrato.
Por ello, presentada la prueba, corresponde a la empresa desmontar que dichas horas extras no se realizaban, o que fueron efectivamente remuneradas, por lo que condena a la empresa a abonar al pastor las horas extras no remuneradas hasta el momento, más el 10 por 100 del recargo por mora previsto en el art. 29.3 del Estatuto de los Trabajadores.