Entre las medidas que baraja el Gobierno para aumentar los ingresos de la Seguridad Social y hacer sostenible el sistema de pensiones está la eliminación de los topes de las bases máximas de cotización.
 
En 2018, la base máxima de cotización de los trabajadores asalariados está fijada en 3.751,20 euros al mes, es decir, 45.014,40 euros anuales, de modo que la parte del salario que supere dicho importe no cotiza a la Seguridad Social, y lo que propone el Gobierno es eliminar dicho tope máximo y que empresarios y empleados coticen por la totalidad del salario que perciben.
 
Por su parte, y en contraprestación, las pensiones máximas también están topadas, de forma que no pueden superar un límite que también se fija cada año por ley. En 2018, la pensión máxima es de 2.580,1 euros al mes, más dos pagas extraordinarias del mismo importe.
 
En términos monetarios, tan solo con aplicar el tipo de cotización del 28,3% a la parte de los salarios que ahora no cotiza supondría elevar la recaudación de la Seguridad Social en 4.400 millones de euros anuales. O lo que es lo mismo, elevar un 25%, en términos agregados, el coste laboral que se paga por aproximadamente el 15% de los trabajadores que están por encima de la base máxima y ganan, por tanto, 45.014,40 o más euros al año.
 
No obstante, ciertas voces alertan que ese incremento del coste laboral recaería plenamente sobre los trabajadores más cualificados, por ser los que más cobran, lo que podría penalizar un cambio del modelo productivo, así como traducirse en un recorte de salarios de los trabajadores más cualificados o en un ajuste de empleo de los que menos cobran para sufragar el encarecimiento de quienes ganan más.
 
Desde otras posiciones se sostiene que si se destopan las bases máximas también habría que “modular” el importe máximo de las pensiones para mantener la contributividad del sistema, de manera que la cuantía de la pensión responda al esfuerzo de cotización realizado, puesto que de lo contrario dejaría de ser un sistema contributivo para pasar a convertirse en un sistema confiscatorio.
 
Dentro del Pacto de Toledo solo Podemos apoya que ese destope se produzca sin cambios en la pensión máxima. El resto de grupos tiene en estudio valorar cuánto deben aumentar las pensiones máximas si se destopan las cotizaciones. Ahora, los perceptores de una pensión máxima reciben unos 20 puntos menos de pensión de lo que les correspondería por lo efectivamente cotizado, por lo que la clave será fijar un margen para que esta correlación baje, pero no mucho más, toda vez que el destope de las bases máximas sin subir la cuantía máxima de las pensiones comportaría que esos trabajadores recibieran el 50% menos de lo que les correspondería con arreglo a sus cotizaciones.