El juzgado de lo Penal número 2 de Huelva ha condenado a dos años de prisión y a pagar 8.190 euros (6.000 como responsabilidad civil y 2.190 de multa, a razón de seis euros durante un año ) a un vecino de Aljaraque por un delito medioambiental, por contaminación acústica, en concurso ideal por delitos de lesiones, por emitir música en su domicilio en horas nocturnas, con un potente equipo de sonido, causando molestias a los vecinos a los que impedía descansar, lo que generó en éstos y en sus hijas menores una situación insoportable en su vivienda.
 
Tan contundente sentencia supone un evidente toque de atención general para aquellas actividades, principalmente de hostelería y ocio, desarrolladas en zonas urbanas residenciales que puedan comportar altos niveles de ruido producidos por el propio establecimiento o por parte de sus clientes.