Los dividendos han sufrido algunos cambios en los últimos meses, pero el definitivo, el que llega para quedarse, se producirá a partir del día 3 de octubre, en que será necesario tener acciones de una compañía tres días hábiles antes, lo que significa que para cobrar los dividendos que se retribuyan el viernes, el último día para comprar acciones será el martes.
 
¿Qué implica este cambio respecto a lo que ocurría hasta ahora? Actualmente, los inversores debían tener en cartera títulos de una empresa, como mínimo, con cuatro días de antelación para poder cobrar una retribución. Es decir, en teoría, simplemente se reduce el plazo en un día, pero la realidad es que los inversores estaban acostumbrados a que en la Bolsa española se podían comprar acciones un día antes del reparto de dividendos teniendo derecho a cobrarlos, algo que ya no volverá a ocurrir.
 
El primer cambio llegó a finales de abril y la razón de ser de la modificación proviene de una profunda reforma que se ha puesto en marcha para transformar la maquinaria interna de la Bolsa española. Se trata de la reforma del sistema de compensación, liquidación y registro, cuyo objetivo es acercar la Bolsa española a los estándares europeos que están adoptando también otros mercados para acabar creando una plataforma europea.