El Juzgado de lo Social núm. 10 de Las Palmas ha estimado la demanda de una matrona de 40 años contra el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS) a la que declara en situación de incapacidad permanente total por presentar el “síndrome de burnout” (síndrome de estar quemado). La sentencia señala que la sanitaria padece desde hace varios años un cuadro ansioso-depresivo, al presentar una “sintomatología de estirpe ansiosa, con tensión, irritabilidad, desespero, inquietud, sintomatología psicosomática, a la vez que un agotamiento progresivo, en gran medida derivado de su estrés y de sus trastornos de sueño, con visión pesimista frente a la posibilidad de poder continuar en su actual entorno y de sentirse incomprendida, incremento de los problemas en su entorno inmediato, que afectaban de forma notable a sus relaciones interpersonales y vida familiar”.